El invierno trae consigo una atmósfera mágica: tardes de abrigo, juegos bajo techo, comidas calientes y momentos de conexión en familia. Sin embargo, también puede ser una época desafiante para la salud de los más pequeños. Las bajas temperaturas, los cambios bruscos de clima y el aire seco pueden afectar especialmente a bebés y niños, cuya piel y sistema inmunológico aún están en desarrollo.
En esta nota te compartimos una guía completa con recomendaciones para cuidar a tu bebé o niño en invierno, desde el cuidado de la piel sensible hasta hábitos para prevenir enfermedades respiratorias y mantener su bienestar emocional.
1. La piel en invierno: más sensible que nunca
La piel de bebés y niños es mucho más delgada, permeable y propensa a la irritación que la de los adultos. Durante el invierno, el frío y el viento pueden deshidratarla rápidamente, provocando sequedad, enrojecimiento, descamación e incluso grietas.
¿Qué zonas son las más afectadas?
- Labios: pueden pasparse o agrietarse (queilitis por lamida).
- Mejillas: se irritan fácilmente por el viento frío.
- Manos: expuestas al aire seco, se resecan o agrietan.
- Pies y piernas: zonas que también pueden perder hidratación por el roce y el uso de calefacción.
¿Qué hacer?
- Usar cremas específicas para pieles sensibles o atópicas.
- Aplicar bálsamos protectores en labios y mejillas antes de salir.
- Evitar productos con fragancias artificiales, alcohol o conservantes agresivos.
- Elegir productos con ingredientes orgánicos, naturales y seguros.
- Hidratar la piel después del baño, cuando aún está húmeda.
2. Ropa: abrigar sin exagerar
Uno de los errores más comunes en invierno es abrigar en exceso a los niños. Esto puede causar sudoración, cambios bruscos de temperatura al entrar y salir de ambientes calefaccionados, e incluso molestias o irritaciones en la piel.
Recomendaciones:
- Vestir por capas: una capa base de algodón, una intermedia abrigada y una externa que proteja del viento.
- Evitar tejidos sintéticos que no permiten que la piel respire.
- Cubrir cabeza, cuello, manos y pies, pero sin exagerar.
- Revisar periódicamente si el bebé tiene calor o frío (manos y nuca son buenos indicadores).
3. Baño en invierno: ¿todos los días?
Durante el invierno, no es necesario bañar todos los días a lxs niñxs, especialmente si su piel es seca o sensible.
Consejos para el baño:
- Usar agua tibia (no caliente) y por períodos cortos.
- Evitar jabones agresivos: optar por limpiadores suaves, neutros o sin sulfatos.
- Secar con toques suaves, sin frotar.
- Aplicar crema hidratante inmediatamente después del baño.
4. Cuidados respiratorios: prevenir y aliviar
El invierno es temporada alta de resfríos, bronquiolitis y gripes. Aunque es normal que los niños se enfermen, podemos tomar medidas para reforzar su sistema inmune y aliviar los síntomas cuando aparecen.
Prevención:
- Lavado de manos frecuente.
- Ventilar los ambientes todos los días.
- Evitar el contacto con personas enfermas.
- Humidificar los ambientes si hay calefacción.
- Ofrecer una alimentación variada y rica en frutas y verduras.
5. Bienestar emocional en casa
El encierro prolongado por el frío puede generar irritabilidad, ansiedad o aburrimiento en bebés y niños. El bienestar emocional también es parte del cuidado integral.
Ideas para cuidar sus emociones:
- Mantener rutinas con horarios de juego, comida y descanso.
- Crear espacios de juego dentro de casa: cajas sensoriales, libros, música, etc.
- Dedicar momentos exclusivos de conexión: leer juntos, masajes, canciones.
- Permitir que expresen sus emociones libremente.
6. Salidas al aire libre: sí, incluso en invierno
Salir al exterior, aunque haga frío, es muy beneficioso para la salud física y emocional de los niños.
¿Cómo hacerlo con cuidado?
- Elegir horarios con más sol (mediodía o primeras horas de la tarde).
- Evitar salidas si hay viento fuerte o temperaturas extremas.
- Usar protector solar, incluso en invierno.
- Llevar hidratación y abrigos adecuados.
La exposición al sol ayuda a sintetizar vitamina D, fundamental para el sistema inmunológico y el desarrollo óseo.
7. El rol de los productos naturales y conscientes
Cuidar la salud en invierno también implica elegir productos que no solo protejan, sino que respeten el cuerpo y el entorno.
En Duga Baby:
- Nuestros productos son aptos para pieles celíacas, atópicas, sensibles y secas.
- No usamos ingredientes agresivos ni disruptores endocrinos.
- Contamos con test de irritabilidad dérmica y ocular 0%.
- Nuestros envases son reciclables y nuestras fórmulas son biodegradables.
La salud de tu bebé y del planeta pueden ir de la mano.
El invierno puede ser una época hermosa para vivir en familia, siempre y cuando tengamos en cuenta los cuidados necesarios para proteger a los más pequeños. Desde la hidratación de su piel hasta su bienestar emocional, cada detalle cuenta.
Con amor, consciencia y productos que acompañen su desarrollo, podemos transformar el invierno en una estación cálida, segura y llena de ternura.
💚 En Duga Baby estamos para acompañarte. Si tenés dudas o querés saber cuál es el mejor producto para tu hijo, escribime.
Grace 💖